* Limitaciones injustas de rentas: La nueva regulación, como la Ley de la Vivienda estatal, desincentiva el alquiler y provoca la salida de viviendas del mercado, con una reducción alarmante del parque de alquiler disponible.
* Asignación de auxilio social a los propietarios: Las obligaciones que deberían recaer en las administraciones públicas, como el apoyo a personas vulnerables, se trasladan a los propietarios sin compensación alguna.
*Normas que penalizan a los propietarios: Alargamientos forzosos de contratos, suspensiones de desahucios y otras medidas arbitrarias crean un entorno de inseguridad jurídica que desincentiva la actividad económica de los arrendadores.
*Trato injusto a los pequeños propietarios: La equiparación de pequeñas empresas familiares con grandes tenedores, basada en el número de inmuebles y no en la capacidad económica, penaliza injustamente al pequeño y medio propietario.
* Desequilibrio de obligaciones en la LAU en perjuicio del propietario: La falta de protección de los derechos de los propietarios y la confusión entre función social y auxilio social a cargo de la administración han creado un marco desfavorable.
Estas medidas han llevado a una drástica reducción del mercado de alquileres (hasta un 40%), dificultando el acceso a la vivienda de muchas familias y provocando un encarecimiento generalizado de los precios.
* Valores catastrales hinchados: Estos sirven de base para calcular impuestos desproporcionados, incrementando las cargas fiscales sobre los propietarios.
* Impuesto de sucesiones y de donaciones confiscatorios: En Cataluña, estos impuestos ponen en riesgo el patrimonio familiar, obligando en muchos casos a vender parte de la herencia para poder asumir las obligaciones fiscales.
* Costes excesivos de compraventa: Con impuestos que alcanzan el 10% del valor escriturado y otras cargas como la plusvalía municipal, adquirir una vivienda es inasumible por muchas familias.
* Tributos recurrentes: Impuestos como el IBI y otros gravámenes se duplican sin una justificación clara, generando una presión fiscal inaceptable.
* Desalojo inmediato: Medidas cautelares efectivas para liberar los inmuebles ocupados en los primeros momentos del proceso judicial.
* Endurecimiento de las sanciones: Penalizaciones más severas para el delito de usurpación de bienes inmuebles, evitando que quede impune por la insolvencia del okupa.
* Acción contra las mafias: Un control más estricto para desarticular las redes organizadas que promueven la okupación ilegal.